El boom del 3D en los conciertos
La tecnología cada vez va más ligada a nuestra vida y dependemos de ella para casi todo lo que hacemos, desde estar informados hasta hacer la compra, alquilar una casa… O ir de conciertos. La pandemia y sus dos años de parón han afectado a todos los sectores y a todas las industrias, pero la industria musical se llevó la peor parte, ya que se sustenta con conciertos, shows y giras en vivo.
El estado de alerta paró y cambió muchas cosas, pero también despertó, e incluso precipitó, muchas otras como el teletrabajo o el streaming que nos permite disfrutar de cualquier contenido en vivo, en tiempo real y en directo, o grabado, desde nuestros dispositivos y a través de internet.
Muchos artistas no se quisieron conformar con el streaming y empezaron a buscar maneras de innovar para destacar entre los demás y ofrecer a su público y a sus seguidores algo novedoso y sorprendente y añadir valor a sus trabajos.
Se está creando una nueva manera de hacer música y de transmitirla porque permite llegar a mucha más gente con un solo concierto y eso mismo permite imaginar nuevos procesos de creación, nuevas maneras de aprovechar el tiempo y reducir costes, o recuperar con rapidez la inversión, presentando aspectos nunca antes trabajados y basados en las tecnologías.
Cada vez es más habitual y sencilla la creación de espacios virtuales que sitúan el concierto o el evento en un lugar que no existe, que no es real, pero que le aporta un valor y un carácter único al acto.
Si se está avanzando tanto en estas infinitas posibilidades también se deben desarrollar plataformas y soportes de calidad que presenten y sostengan eventos de estos calibres y estas características tan especiales y se pueden reproducir desde cualquier dispositivo ofreciendo una buena calidad de imagen y de sonido.
El 3D también abre las puertas a la ambientalización de conciertos y actos y a poder cubrir cualquier necesidad de diseño con tecnología. Personalizar 100% un evento es posible y esto ofrece la posibilidad de trabajar “a medida” y llegar donde hasta ahora no se había llegado.
Es tan potente esta nueva industria que destruye sus límites a diario e incluyo, crea estrellas del pop, de los medios de comunicación, de las redes… y son avatares no reales, son estrellas virtuales a las que se les asigna un talento y llegan a ser casi seres humanos, casi reales.
Estas creaciones 3D compiten con gente conocida, con cantantes y grupos reales consolidados e incluso con influencers y se diseñan según los estándares de belleza de cada país, con una cultura, un comportamiento, unas ideas, un discurso y una estética determinadas que crea tendencias y modas.
Las apariciones de estos personajes son una revolución y generan muchísimas reacciones, flujos increíbles de contenidos y muchísimos benéficos. Dada su popularidad y la cantidad de seguidores que tienen, se utilizan para campañas de publicidad o para reunir millones de followers en redes sociales.
El 3D es una realidad en nuestra vida y a diferencia de lo real, lo virtual no tiene límites.